Archivo mensual: enero 2015

Feliz No Navidad

Es curioso como la vida te va trayendo cosas, como te muestra caminos, te cruzas con árboles, pájaros, tortugas, leones y hasta algún vampiro, pero lo que realmente me sorprende es como reaccionamos las personas ante todo ese cúmulo de variables externas, como interpretamos las diferentes señales que encontramos en este camino de la existencia.

Nunca he sido muy navideño, supongo que el espíritu se apago en mi aquel día que descubrí la realidad que la sociedad pegó a mi alma, cuando fui consciente de la injusticia que nos rodea, de la avaricia, de la envidia y del rencor que habita en tantos corazones.

Hoy terminan unas navidades más, pero éstas han sido muy especiales, las he vivido con mi hija, cosa que no podía hacer desde que nació dada mi profesión, nos ha acompañado una persona recién llegada a mi vida, pero que lleva toda mi existencia muy cerca y las he vivido desde la tranquilidad.
Veo la existencia desde la paz del alma, desde la tranquilidad del corazón y desde la ausencia de envidias y rencores, miro hacia delante sin olvidar lo de atrás, pues soy resultado de mi experiencia, pero sobre todo la veo desde el amor, ese concepto tan prostituido, tan vapuleado y tan poco valorado.

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El amor mueve el mundo, el amor por los hijos que nos contagia de su ilusión y sus ganas de vivir, el amor por lo que haces que te ayuda a seguir adelante, a ver oportunidades dónde otros ven fracaso, el amor por la familia, con la cual se hace cierto el refrán de «ni contigo ni sin ti» y el amor por la pareja que te hace ver la vida con una perspectiva muy especial.

Pero lo que realmente he descubierto esta navidad es que amo desde la libertad, que tengo una relación abierta y cada mañana escojo a la misma persona para seguir compartiendo, que amo a mi hija incondicionalmente y que amo la vida desde la libertad de saber que no es perfecta pero eso es lo que la hace única y apasionante.
Estoy en un momento zen, un momento de esos donde la paz, la tranquilidad y el conocimiento te hacen ver el camino con una perspectiva tranquila y esperanzadora.

No hay proyectos en marcha, no hay metas a conseguir, hay objetivos bien claros: ordenar, retomar y no dejar de amar.

Os dejo confiando en que este mal llamado espíritu de la Navidad dure todo el año y que recordemos que la solidaridad, la amistad, el amor y el respeto es algo por lo que debemos luchar los 365 días del año independientementd del clima que haga o las lucecitas que decoren nuestro entorno.

Feliz comienzo de la No Navidad, nos vemos Peña

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