Ya sé que éste es el típico post que todos hacemos al acabar el año, pero es lo que hay que para eso es mi blog :P.
Fuera de coñas, el 2012 ha sido un año que, por suerte o por desgracia, quedará imborrable en mi memoria, quizas no recuerde el 2010 o el 2011, pero el 2012 sin duda ha sido un año lleno de emociones fuertes. Un año en el que he «estrenado» mi hogar, todavía inacabado, pero lleno de vida, de ilusión y de buenas vibraciones, un año dónde el Sáhara me enseñó la importancia de tener un zorro y de darse cuenta que «lo esencial es invisible a los ojos», descubrí el mundo amarillo y me di cuenta que, al final, los humanos siempre tienden a etiquetarlo todo, así que volví a desmontarlo y lo dejé como mi mundo #ypunto.
Ha sido un año de reinvenciones, dónde he tenido que reestructurar por completo mi empresa, mi sueño, mi Sargantana, pero me alegra haber vivido este cambio, debo de reconocer que, después de 14 años como profesional y 12 como propietario, me toca soberanamente la moral tener que fregar la cocina al acabar los servicios, pelar patatas o limpiar alcachofas, pero lo cierto es que el contacto con los alimentos, las tensiones del servicio, el tener 10 platos distintos cocinándose a la vez me está devolviendo mi esencia y las ganas de seguir luchando. Un año dónde los amig@s que he encontrado en las Redes Sociales me demostraron que las redes sólo son un medio y no un fin y me hicieron un homenaje que aún recuerdo con lágrimas, un año dónde he ido redescubriendo mi propio ser, dándome cuenta de cómo nos aferramos a cosas materiales que realmente no son tan necesarias olvidándonos de lo que realmente nos hace felices.
He descubierto la empatía, la de verdad, no la que cuentan en las escuelas ni en los cursos, ponerse en la piel del otro e intentar entender su visión de la vida (aunque no siempre lo consiga), he despertado con la magia del sol muchas mañanas y en definitiva he aprendido que lo importante no es el mañana ni el ayer, sino el hoy más cercano, dónde disfrutando de cada pequeño instante, siendo humildes y viendo con pasión, las ilusiones nos alimentan de vida y nos recuerdan segundo a segundo que la vida sigue porque estamos vivos.
Inicio el 2013 con ilusión, nuevos proyectos con mi empresa comunica #ypunto de la cual soy socio con Marta Bonet y con fuerzas renovadas, para hacer de Sargantana lo que siempre ha sido: mi casa y la vuestra.
No quiero cerrar este post sin escribir mi cita favorita, letra de una canción de Robe Iniesta llamada Salir:
«Para algunos la vida es un camino empedrado de horas minutos y segundos,
yo más humilde soy y sólo quiero que la ola que surge del último suspiro de un segundo,
me transporte decidido hasta el siguiente»
Aunque debo confesar que yo la tuneo diciendo que asumo lo que soy 😉
El Blog de Juanra Aparisi 